Aunque el rock no es moda como decía Lujuria, quizás sí, como parece en el post anterior, al menos su descubrimiento y la adhesión a sus filas están muy vinculados al final de la infancia y a la adolescencia.
Mario Vargas Llosa, reciente Premio Nobel de Literatura, realiza en esta obra su esbozo de esta impactante época de la vida en la figura de unos chavales internos en un colegio militar.
La violencia, la sinrazón, la falta de ética, pero también la amistad, el amor y la lealtad están presentes en la historia de estos muchachos que deciden organizarse y protegerse entre sí de la violencia ejercida desde arriba, de la violencia del poder por la fuerza o el poder corrupto y establecido.
LO MEJOR: Es una novela apasionante, contada de forma amena y novedosa y que plantea muy bien el tema de la lealtad a uno mismo y a los demás.
LO PEOR: Si eres un poco vaguete te costará arrancar hasta que te hagas a la lengua y el ritmo de Vargas Llosa y deberás prestar atención al cambio de voz narrativa y no sucumbir a su voluminosidad.
¿Qué significa ser adulto? ¿Cómo saber cuándo el ser está hecho, cuándo podremos decir, como Sabina,
“ni tan arrepentido, ni encantado
de haberme conocido, lo confieso...”? ¿Cómo saber que lo estamos haciendo bien, que nos estamos convirtiendo en aquello que queremos?
Aunque la verdad es que tampoco Sabina termina de convencer a Martina, la protagonista de 16 años que a través de las páginas de esta novela busca su música para encontrar su actitud ante la vida, para encontrarse a sí misma y también su relación con los otros.
Deseo de ser punk es una novela corta, la última de la escritora y guionista Belén Gopegui, publicada en 2009. Como en todas las suyas, Belén no se conforma con darnos una historia, sino que plantea cuestiones éticas y sociales, en este caso, ¿cómo crecer?, ¿en qué consiste convertirse en un adulto? Además, en esta ocasión, la música y en especial el rock, estará presente a lo largo de la narración, por lo que la disfrutarás el doble si te gusta esta música y eres capaz de revivir tus propios descubrimientos musicales a través de estas evocadoras páginas.
LO MEJOR: Para mí el tema central de la historia: ¿en qué consiste ser adulto? ¿Qué ganamos o perdemos en el proceso? ¿Por qué lo hacemos? Preguntas adolescentes que todos nos hicimos y que Belén plantea a nivel de la sociedad y el individuo.
LO PEOR: Tal vez el desenlace resulte un poco increíble.
Sucede que me canso de ser hombre: Extremoduro y Pablo Neruda
Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías y en los cines marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos. Sólo quiero un descanso de piedras o de lana, sólo quiero no ver establecimientos ni jardines, ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a una monja con un golpe de oreja. Sería bello ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de frío.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas, vacilante, extendido, tiritando de sueño, hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias. No quiero continuar de raíz y de tumba, de subterráneo solo, de bodega con muertos, aterido, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo cuando me ve llegar con mi cara de cárcel, y aúlla en su transcurso como una rueda herida, y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas, a hospitales donde los huesos salen por la ventana, a ciertas zapaterías con olor a vinagre, a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color azufre y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una cafetera, hay espejos que debieran haber llorado de vergüenza y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido, paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, y patios donde hay ropas colgadas de un alambre: calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.
Residencia en la tierra, Pablo Neruda. (1933)
Sucede Extremoduro
El primer track del LP Agila, publicado por Extremoduro en 1996, comienza con un verso del poema Walking around de Pablo Neruda: Sucede que me canso de ser hombre...
El poemario más conocido del autor, 20 poemas de amor y una canción desesperada, se trata de una obra de juventud en cuyo erotismo trágico transpira aún el Modernismo. Sin embargo, cuando en 1935 Pablo Neruda publica Residencia en la Tierra, el libro al que pertenece este poema, lleva varios años desarrollando por el mundo su carrera diplomática y se encuentra concretamente en Madrid.
En esos momentos mantiene relación de amistad con los poetas de la Generación del 27 y ese mismo año comienza a dirigir la revista literaria Caballo verde para la poesía. El efecto del contacto con el Surrealismo es evidente en el poema, recordándonos en ciertos versos al Poeta en Nueva York de Lorca, las imágenes surrealistas de Buñuel e incluso las Greguerías de De la Serna. Cuando al año siguiente comience la Guerra Civil, indignado por el asesinato de su amigo García Lorca y de ideas comunistas, Neruda tomará activamente partido por la República, primero en territorio español y más tarde desde el exilio.
Crítica social y deseo de comunicación
Sucede que me canso de ser hombre... A veces una sola frase es necesaria para expresar todo el hastío de la condición humana, por eso desde el libro del poeta, acaba resonando en una canción de rock urbano. Urbano. Porque la ciudad tiene que estar. Esa ciudad de hormigón y petróleo, lugar de vida y muerte por la que pasea Neruda y que va creciendo y ganando importancia en la época en que se fraguaba la poesía de vanguardia. La misma en la que Cortázar necesitaría, como Neruda, buscar Maravillosas ocupaciones. El mismo tipo de ciudad del trabajador que 50 años después, ya consolidada, sigue oprimiendo y negando a los rockeros urbanos: el medio de vida y la trampa de muerte.
El lugar donde el hombre se cansa de ser hombre. Donde se cansa de su propia hipocresía y hasta de su propia verdad. Donde ser hombre es estar siempre “en las tinieblas, vacilante, extendido, tiritando de sueño”. Donde entre el origen y el fin no hay nada, no hay vida sino “pasos de sangre caliente hacia la noche”. La sociedad hipócrita de “venenos y ombligos”, el cerco de ovejas desde el que Robe grita “Sácame algún día del corral, ¡necesito salir!”
Pero el hombre no se cansa sólo de su mentira, sino también de su verdad. De su pelo y sus uñas, de su piel y su cara. El hombre se cansa de estar solo, de ser sólo un hombre “absorbiendo y pensando, comiendo cada día”, un hombre al que se le niega la expresión de sí mismo y la comunicación con los demás. Porque tanto en la canción como en el poema, no hay realización sin el otro: "Empiezo a solas, sigo por ti", dice el cantante, y el poeta "sería bello ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de frío". Ir por las calles, que es donde están los otros, ir donde estas tú, estar contigo, ser contigo.
Estas son creo, las claves que vinculan la canción con el poema y que hacen tan intensas, tan familiares, tan estremecedoras las palabras "Sucede que me canso de ser hombre..."
La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa
